Servicios

El NIBAP proporciona servicios especializados para responder adecuadamente a las necesidades de la comunidad científica y empresarial, especialmente en los sectores agrícola y agroalimentario.

Los mapas del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) se obtienen de forma remota mediante el uso de satélites y vehículos aéreos no tripulados (dron) equipados con sensores, que determinan la cantidad de radiación absorbida/reflejada por la clorofila y, por lo tanto, identifican las variaciones en el vigor de la vegetación que pueden resultar de la gestión del riego (estrés hídrico), presencia de plagas, etc.

A través de los mapas del índice de vegetación pudimos detectar los problemas antes mencionados.

La detección temprana de estos problemas, así como su localización específica, permite optimizar la gestión de los recursos, aumentando la sostenibilidad y productividad del cultivo.

Tener el conocimiento exacto de la cantidad de agua utilizada y las necesidades hídricas del cultivo en función del estado fenológico es una ventaja en la gestión del sistema de rega en el cultivo. La determinación de la humedad real del suelo en superficie y en profundidad, caracterizada por su variabilidad a lo largo de las parcelas, es fundamental para el manejo de la productividad de los cultivos.

En NIBAP monitorizamos el sistema de riego, así como asesoramos sobre cómo debe realizarse, lo que permitirá optimizar la gestión del agua, satisfacer las necesidades del cultivo, garantizar la calidad del producto y, aun así, reducir el consumo de recursos, agua utilizada y costes asociados a la explotación agrícola.

Mapeamos la conductividad eléctrica aparente del suelo, que informa sobre la variabilidad de la constitución del suelo de la parcela y está asociada a varias características del terreno, como densidad, textura, porosidad, materia orgánica, humedad, etc.

Estos mapas son una herramienta útil para la identificación exacta de los lugares donde se debe recolectar la muestra del suelo. Permitiendo así ajustes al sistema de rega y/o la aplicación de fertilizantes y otros fitofármacos.

Conocer la variabilidad del suelo permite adaptar los recursos empleados a las necesidades reales de las distintas zonas del terreno, lo que se traduce en un importante ahorro para el agricultor, además de reducir el impacto ambiental.

El contenido de humedad del suelo varía no solo con las condiciones climáticas, es decir, la cantidad de precipitación y la temperatura del aire, sino también con el consumo de agua de las plantas, que, a su vez, depende de su etapa de crecimiento y desarrollo.

Monitorizamos el contenido de humedad del suelo y la temperatura ambiente, mediante sondas y/o datos de estaciones meteorológicas, lo que nos permite determinar qué zonas de la parcela necesitan más tiempo de riego y/o dónde hay problemas de drenaje.

La correcta gestión de los recursos hídricos en una parcela favorece la eficiencia de rega y mejora el crecimiento de los cultivos.

Tenemos soluciones para el sector agrícola

Ayudamos a las empresas agrícolas a aumentar la productividad y la sostenibilidad de los recursos utilizados.